En 1889, el Arzobispo Feehan bendijo la recién construida Iglesia Visitación en la esquina de las calles Garfield y Peoria. Sobre su rica y vibrante historia, la iglesia y su magnífica arquitectura han sido disfrutadas por miles de feligreses y visitantes. La belleza de la iglesia se destaca gracias a más de 80 impresionantes vidrieras. El mosaico de colores e imágenes meticulosamente hecho a mano cuenta la historia de Jesús y aporta gracia y encanto a este espacio extraordinario.

 

Décadas del implacable clima de Chicago han comprometido la integridad de este tesoro histórico. Muchos de los marcos de madera que forman la columna vertebral de los paneles han comenzado a pudrirse y varias de las varillas de acero que sujetan cada pieza de vidrio están dañadas. Además, la propia vidriera está deformada y requiere atención profesional. Sin una restauración inmediata, las vidrieras corren el riesgo de sufrir daños y deterioro permanentes. La rica historia creada y transmitida por la primera comunidad de fe de la Visitación se perdería, y la recuperación y reconstrucción de nuevas ventanas sería un esfuerzo poco probable.

 

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